Siglo XX problemático y febril

La literatura y el cine se han propuesto, entre muchas otras cosas, contar los hechos de la historia, ficcionalizando aquello que llamamos realidad y transformarlo en películas, novelas y cuentos que reflejan –o intentan reflejar.-, un suceso histórico determinado. Los ocho escritores que proponemos en este curso, y cada uno a su manera y con su particular estilo, ensayaron un procedimiento diferente y postularon una historia alternativa, alucinada, posible, donde la pregunta que habría que formularse no es cómo afectó la realidad a la ficción –procedimiento habitual y mayoritario-, sino como afectó la ficción a la realidad. De qué manera algunas de sus narraciones parten de hechos históricos, conocidos o no tanto, para arribar a sucesos extraordinarios que amplían nuestra percepción y por consiguiente, nuestra comprensión del mundo.

Los ocho escritores elegidos han nacido en el siglo veinte y lo han transitado con diversas suertes. El cine ha ido adaptando sus novelas y cuentos a través de esas películas podemos ampliar sus visiones y universos. Comenzaremos con el escritor inglés George Orwell, que continuando con las pesadillas que propusieran Kafka y H.G.Wells, arriesgó en 1948 lo que sería el mundo en 1984. Resulta escalofriante comprobar hasta qué punto acertó en muchas de sus predicciones. Seguiremos con el escritor francés nacido en Argelia Albert Camus, que a través de El extranjero y La peste arriesgó trazar un retrato del hombre –y de la mujer-, contemporáneos, atravesados por un mundo absurdo, confuso e incierto. A continuación, el escritor portugués José Saramago, advierte en su Ensayo sobre la ceguera, acerca de las desgracias de una sociedad incapaz de ver y reconocer al otro, encerrándose en egoísmos e individualismos varios que la conducen indefectiblemente a su destrucción. Proseguiremos con el escritor norteamericano Philip K. Dick –el alucinado Philip K. Dick-, autor de un sinnúmero de pesadillas que postulan universos paralelos, ucrónicos y extraordinarios, que no hacen sino profundizar en nuestro propio mundo alucinado. Nos ocuparemos de sus novelas ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, y El hombre en el castillo, convertida hace poco tiempo en serie de televisión. Allí postula que los nazi ganaron la segunda guerra mundial y gobiernan con mano de hierro unos Estados Unidos derrotados y humillados. La siguiente clase estará dedicada al escritor italiano Umberto Eco, novelista y ensayista magistral, que a través de El nombre de la rosa supo trasladarnos al medioevo para pensar el futuro de Europa –y por ende nuestro presente y el de nuestra civilización-, a través de una novela inigualable que el cine dio cuenta y popularizó, describiendo un universo de fanatismo, ceguera e intolerancia. Continuaremos con otro escritor estadounidense también llamado Philip pero de apellido Roth. Autor de una treintena de novelas –muchas de ellas llevadas al cine-, logró con La conjura contra América una ucronía singular donde los Estados Unidos son abatidos por una ola de antisemitismo e intolerancia que no hace sino trazar varias y oportunas metáforas sobre nuestro presente. Proseguiremos con dos autores argentinos, que con sus personales estilos y diferentes visiones del mundo, arriesgaron un mapa de Argentina –más precisamente de Buenos Aires-, bajo el influjo de Dostoievski, Nietzsche, Kafka, y otras filosofías de moda a principios del siglo. Primero fue Roberto Arlt, que con Los siete locos –y su continuación Los lanzallamas-, supo ver allá por los años veinte una sociedad secreta de fanáticos y violentos conspiradores que buscan hacerse cargo del destino de las mayorías. Acción que en nuestro país descubriremos que se irá, desgraciadamente, reiterando con el transcurrir del siglo. Por su parte, Ernesto Sábato propondrá años más tarde en Sobre Héroes y tumbas –y más precisamente en El informe sobre ciegos-, otra sociedad secreta, otra secta, esta vez compuesta por no videntes, que con oscuros e inciertos propósitos buscará socavar el orden establecido mediante un milenario complot, onírico y alucinante.

Singulares puntos en común abarcan las ficciones de nuestros ocho escritores. Todas ellas fueron llevadas oportunamente al cine con mayor o menor fortuna. Hoy podemos ver esas películas y compararlas con sus fuentes literarias, analizar la particular lectura que sus responsables hicieron de ellas, y establece así un diálogo posible entre el cine y la literatura, misión que nos apasiona y que nos viene acompañando desde hace tiempo.

Cronograma de clases: